El programa de obra es la columna vertebral de cualquier proyecto… pero también es uno de los documentos más ignorados, desactualizados o mal usados en la industria.

Y no es por mala intención: es porque muchas veces no se tienen las herramientas ni los hábitos correctos para mantenerlo vivo.

Aquí te comparto 5 malas prácticas que vemos comúnmente en el campo, y cómo evitarlas para que tu programa sea una verdadera herramienta de control, no solo un requisito.

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1. Usar Excel como si fuera software especializado

Excel es una herramienta útil, sí… pero no fue hecha para construir naves industriales ni edificios habitacionales.

Usarlo como sistema principal para el programa de obra puede causar:

• Errores en dependencias.
• Falta de colaboración.
• Dificultad para actualizar y compartir.

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📉 Dato: Un estudio de Construction Dive reveló que el 70% de los proyectos que se planean solo en Excel sufren retrasos mayores al 10% del tiempo estimado.

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¿Cómo evitarlo?

Usa plataformas hechas para obra, con calendarios dinámicos, tareas enlazadas y colaboración en tiempo real.

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2. No considerar imprevistos o lluvia.

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En temporada de lluvias, muchos programas se van a pique. Literalmente.

La mayoría de los programas se arman en condiciones ideales y no contemplan:

• Días de lluvia intensos.
• Cambios de suministro.
• Cambios por diseño o cliente.

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¿Cómo evitarlo?

Haz buffers inteligentes. Usa datos históricos. Y actualiza el programa cada semana, no solo cuando hay una crisis.

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3. Actualizarlo solo una vez al mes

Un programa que no se actualiza constantemente… es un espejismo.

Si esperas a que acabe el mes para mover partidas, los problemas ya te alcanzaron.

•Los contratistas ya están desfasados.

•El cliente ya perdió confianza.

•Tu equipo ya está apagando incendios.

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¿Cómo evitarlo?

Vincula tu programa a los reportes diarios, fotos, avances y tareas reales. Lo ideal es tener una revisión semanal como minimo.

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4. No involucrar a los contratistas en la planeación

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Uno de los errores más comunes es hacer el programa entre el residente y el PM… sin consultar a los que realmente van a ejecutarlo.

• ¿Tiempos irreales? Probablemente.
• ¿Secuencias mal pensadas? También.

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¿Cómo evitarlo?

Involucra a tus contratistas clave desde el día uno. Haz revisiones colaborativas. Y déjalos opinar: ellos conocen sus rendimientos y sus alcances por cada trabajo.

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5. No conectar el programa con el día a día real

Un programa que vive en un archivo cerrado no sirve.

Si no lo conectas con:

• Tareas asignadas.
• Avances físicos.
• Fotos y evidencias.

…entonces se vuelve un programa muerto.

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¿Cómo evitarlo?

Usa una plataforma donde lo que pasa en obra alimente directamente al programa. Así puedes comparar lo planeado vs lo ejecutado sin depender de reuniones eternas.

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🧠 ¿La solución? Un sistema vivo, colaborativo y trazable

Un buen programa de obra no se hace una sola vez. Se construye todos los días.

En Buildpeer creemos que el programa no debe ser un archivo aislado, sino un reflejo vivo del proyecto.

Por eso lo conectamos directamente con:

• Reportes diarios.
• Avances físicos con evidencia.
• Tareas con responsables.
• Inspecciones de supervisión.
• Y muchos módulos mas…

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Esto no solo te ayuda a evitar las 5 malas prácticas, sino a tener el control total de tu tiempo, tus contratistas y tus entregas.

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🎯 Porque un buen programa no es el que mejor se ve… sino el que mejor se cumple